Continuación del relato
Llovía estruendosamente. Un coche conducido por un anciano de facciones muy arrugadas y mirada siniestra atravesaba en aquel momento la carretera. Al tomar la curva, el auto comenzó a patinar y dio tres angustiosas vueltas de campana antes de ir a parar sobre un denso matorral, quedando inmóvil con las ruedas girando hacia arriba. Al cabo de unos segundos, el espantoso hombre...
salió del coche. Estaba ileso y no parecía tener ningún temor. Yo observaba la extraña escena sin entender nada. De repente oí un escalofriante ruido y apareció un sospechoso hombre; pasó por mi lado y se dirigió hacia el misterioso anciano. El hombre parecía ser de hojalata o algún material raro. Se paró frente al anciano y le entregó un palo, ¡un bastón! El señor no pregunto y amablemente lo cogió.
Los dos hombres emprendieron el camino como si nada, pero yo no estaba tranquilo por lo que los empecé a seguir. Estuvimos horas y horas andando hasta que por fin... se pararon. Pero no frente a nada extraño, se detuvieron delante de una casa. Era normal y no tenía nada de raro, por lo que había decidido volver a andar en la otra dirección cuando un chirrido me sobresaltó.
Me di la vuelta y vi un raro esplendor. ¡La casita se había convertido en un laboratorio! El hombre me oyó ya que me sobresalté. Y dos hombres salieron en mi busca. me cogieron y me introdujeron dentro del misterioso laboratorio. Yo entendía muchas de esas cosas por lo que estaba asombrado por tanta tecnología. Me hicieron una prueba para comprobar mis conocimientos. Y entonces me cogieron como recluta para luchar en su bando...
-¡Espera!-me interrumpió mi hermana mientras leía-¿Me estás diciendo que sin saber quiénes son acepta?
-Sí, Marina que es solo un cuento.
-Ya, pero no tiene sentido.
-Da lo mismo, ¿me dejas acabar?
-Vale, sigue.
...que era el bando en el cual se protegía a la humanidad y se luchaba por ella. Y desde entonces hemos hecho muchos avances y estamos trabajando en otros muy interesantes.
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